Seguro que ya has oído hablar muchísimas veces acerca de los paneles solares, que ya te habrán contado que la energía solar es la renovable que desbancará a los combustibles fósiles y que invertir en placas solares fotovoltaicas no es sólo una manera de proteger el medioambiente, también supone un ahorro económico muy importante al tratarse de una energía que depende únicamente de una fuente de energía gratuita que es de todos, el sol.
A lo largo de los años la tecnología ha ido evolucionando a favor de la sostenibilidad y se han desarrollado nuevos sistemas de captación solar cada vez más eficientes. Los costes de los equipos necesarios para instalar un sistema de energía solar se han ido abaratando y lo que antes parecía una utopía ahora es una realidad más que palpable en toda la geografía mundial.
Si estás planteándote sumarte al cambio en pos de la energía solar te interesará saber qué tipo de paneles solares hay en el mercado y qué ventajas tienen unos frente a otros a la hora de decidirte por diseñar tu instalación.
3 Tipos de placas solares fotovoltaicas
Hay tres tipos de tecnología que predominan sobre el resto y que son las empleadas en la instalación del 90% de los sistemas fotovoltaicos en la actualidad: los paneles monocristalinos, los paneles policristalinos y los paneles de silicio amorfo o, también llamados, de capa fina.
Placas monocristalinas
Los paneles monocristalinos se identifican por su uniformidad en el color y por una coloración más oscura. Se hacen con bloques de silicio de forma cilíndrica y normalmente las células fotovoltaicas son de forma octogonal. Son los más eficientes debido a su fabricación con silicio de alta pureza, de hecho, suelen funcionar mejor que los policristalinos cuando hay menos luz. La vida útil de este tipo de paneles es la más larga de entre el resto de placas solares, pudiendo superar los 30 años.
Sin embargo, no todo son ventajas, resultan ser los más caros y también son los que mayor temperatura cogen al ser más oscuros y se debe tener en cuenta que la temperatura afecta negativamente al rendimiento de los paneles.
Placas policristalinas
Este tipo de placas solares se empezaron a comercializar en 1981, al ser su fabricación más simple, el precio baja considerablemente.
Pero, estos normalmente tienen algo menos de rendimiento que los monocristalinos, pero como que las células solares son rectangulares, pueden aprovechar la totalidad de la superficie del panel, lo que hace que se puedan llegar a igualar la eficiencia de los paneles monocristalinos.
La vida útil de este tipo de paneles, puede superar los 25 años.
Placas de silicio amorfo o de capa fina
Para la fabricación de los paneles solares amorfos se depositan varias capas de material fotovoltaico, el silicio amorfo (no cristalino), en una base.
Su producción es la más sencilla, luego, son bastante más baratos que los cristalinos. Son flexibles y se adaptan mejor a diferentes tipos de superficie, tampoco les afectan ni las altas temperaturas ni las sombras.
Sus desventajas radican en que son bastante menos eficientes que los cristalinos y por tanto hace falta mucha más superficie de captación para la misma potencia. Además los paneles de silicio amorfo tienen el problema de generar corrientes galvánicas, cosa que determina y limita mucho los equipos a los que se puede conectar este tipo de paneles. A esto se le suma el que su vida útil es la más corta, duran alrededor de unos 12 años. Todas estas desventajas unidas a la rápida evolución en la fabricación de los paneles cristalinos, ha hecho que con el paso del tiempo estos paneles estén cada vez más en desuso.
Con toda esta información, tendrás que valorar qué uso le vas a dar a tus placas solares fotovoltaicas, el espacio que tienes para realizar tu instalación y el presupuesto del que dispones para invertir en ella.